Thursday, November 8, 2012

8 de noviembre


—¡Ahora, no, Lázaro; ahora, no! Ahora cree otra cosa, ahora cree...
—Mira, Angela, una de las veces en que al decirme Don Manuel que hay cosas
que aunque se las diga uno a sí mismo debe callárselas a los demás, le repliqué que
me decía eso por decírselas a él, esas mismas, a si' mismo, acabó confesándome que
creía que más de uno de los más grandes santos, acaso el mayor, había muerto sin
creer en la otra vida.
—,Es posible?
—Y tan posible! Y ahora, hermana, cuida que no sospechen siquiera aquí en el
pueblo, nuestro secreto...
(Miguel de Unamuno, “San Manuel Bueno, mártir,” líneas 839-847)


En esta cita la chica aprende una cosa que prefería no saber y no quiere creer que es verdad. Su hermano dice que San Manuel no creía en una vida después de la muerte. Pero toda la gente del pueblo no lo sabía porque él hizo tantas cosas buenas y le enseñó la religión. El hermano de Angela no creía en la religión pero después de pasar tiempo con San Manuel, él empezó a creer en San Manuel no la religión. Para Angela, el conocimiento que el hombre en quien ella creía y confiaba realmente él no era el hombre que ella pensaba que era.
Eso me hizo pensar en como los padres dicen cuentos a sus niños sobre Santa Claus, el Easter bunny, la tooth fairy, los Reyes Magos, etc. Los niños creen en estos personajes porque tienen confianza en sus padres y también porque el misterio de los personajes es divertido para ellos. 

Mi amiga me dio la permisión decir un cuento de ella:

The story of how I found out the sad, sad truth.
When I was ten years old, I learned a bitter truth. It was the night before Easter and I had been in bed for a little while. I had tried sleeping but I don’t think I was ready for that just yet. I decided that I wanted to get a drink of water because I couldn’t sleep and maybe it would help. So I got out of bed and headed for the kitchen. I got out a cup, filled it with water and started to drink. That’s when the world as I knew it ended. My mom walked out of her room carrying some baskets filled with candies, treats and other fun things. Those were our Easter baskets.
“Why does she have those?’’ I remember thinking and before long the terrible thought arose in my mind. “Mom? Are you the Easter bunny?” I asked her quietly.
She turned and saw me, a worried expression flashed across her face. “What are you doing up?”
Tears welled in my eyes and before I knew it, she was helping me get more water and sending me back to bed. I went to my older brother’s room because I had a feeling he would know how to help me.
I sat in his room thinking to myself and saying “It was all a lie!” over and over while my brother tried to tell me that it wasn’t. All those years the Easter bunny was really just my mom and probably my dad too. And if the Easter bunny wasn’t real, what does that mean about the tooth fairy? And… Santa Claus?
“None of them are real, are they?” I asked my brother.
“Yes of course they are real,” he insisted, trying to convince me of it; but there was no going back. The damage had already been done.
I decided to create a makeshift bed out of blankets on the floor in my brother’s room. I tried to sleep again but this time it was even more difficult with all the thoughts swirling through my head. Eventually I slept, and now, looking back, I can see that those characters, the Easter bunny, Santa Claus, the tooth fairy, etc. were to give me hope and something to believe in while I was growing up.



Bueno yo creo que en el caso de mi amiga, era el tiempo de saber que no existen los personajes de los cuentos pero en el caso de Ángela no era necesario saber que San Manuel no creía en la vida después de morir. Ella podía continuar pensando todo bueno de San Manuel porque él era un buen hombre y la información extra le dio algo menos bueno de él en que siempre pensaría cuando piensa en él en el futuro. 

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